Una de las principales funciones que cumple un toldo es la regulación de la temperatura del interior de la instalación. Los textiles que se utilizan para fabricar toldos tienen unas características propias que hacen que cumplan de una forma u otra con las funciones termorreguladoras que requiere dicho toldo.

En primer lugar, hay que revisar porcentaje de energía solar en el interior del edificio, ya que existen diferentes tejidos y combinaciones que permiten eliminar diferentes rangos de porcentajes del calor de la radiación solar, siempre para aplicaciones exteriores y según color elegido:

  • El tejido con fibra de vidrio combina dos productos: El primero elimina entre un 76 y un 90% de calor de la radiación solar y el segundo elimina entre un 78 y un 95%.
  • El tejido con fibra de poliéster posee un rango de entre un 70-86% de eliminación de la radiación solar. Aunque hay mejoras y aplicaciones de otros productos que consiguen aumentar el porcentaje hasta el  96% de eliminación de radiación solar.

En segundo lugar, hay que conseguir un equilibrio entre protección solar y protección térmica. Para ello, hay que valorar primero si el tejido está en el exterior o en el interior y la orientación del edificio o habitación donde se vaya a instalar el toldo.

Y por último, hay que tener en cuenta que no se produzca este efecto invernadero en el interior de los edificios o comercios. Por ello, cuanto mayor sea el porcentaje de radiación solar eliminado por el textil menor será la capacidad de producirse este efecto invernadero.