La lluvia es uno de los factores climatológicos más presentes durante el otoño y hoy te explicamos qué efectos tiene sobre tu toldo y cómo hacerles frente.
Si tu toldo se moja debido a la lluvia, puede aumentar las probabilidades de que se cree musgo y hongos, deteriorando así el material. El agua, acompañada de granizo y un fuerte viento, también puede provocar desprendimientos o roturas, pero es algo poco común siempre y cuando la instalación y el producto sean de calidad. Cuando la lona se moje te recomendamos que la dejes secar cuanto antes, ya que así evitarás que la suciedad se quede pegada y que surja moho. Si la lluvia viene con barro y ensucia el toldo, limpialo con agua y jabón antes de dejarlo secar. También recomendamos instalar un cofre, es decir, una caja ajustable que proteja el toldo cuando esté enrollado.
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